Esto causa una inflamación crónica en las paredes arteriales, que impide el paso del flujo sanguíneo y provoca otros síntomas que empeoran la calidad de vida.
En la mayoría de los casos esto suele suceder en las extremidades inferiores.
La aparición de la trombosis está asociada con una disminución en la velocidad de la circulación, aumentando el espesor de la sangre y cambios en la calidad de las venas.
En un pequeño número de casos, la condición se convierte en un émbolo, que es cuando el coágulo viaja por el torrente sanguíneo, pudiendo atacar al cerebro, los pulmones u otros órganos vitales.
Aunque muchos de los casos se han relacionado con factores genéticos, se ha demostrado que los hábitos de vida y la mayoría de edad pueden conducir al desarrollo de esta condición.
Debido a esto es importante que todos tengamos una conciencia y adoptemos las costumbres que nos pueden a ayudar a reducir el riesgo.
Hoy vamos a compartir 5 cosas que podemos hacer para prevenir el desarrollo de esta peligrosa enfermedad.
Realizar actividad física
Una de las claves principales para prevenir la trombosis es la práctica regular de actividad física. Este hábito saludable no sólo ayuda a mantener un peso equilibrado, sino que también nos aporta beneficios increíbles para el sistema cardiovascular y respiratorio.
Las actividades aeróbicas de bajo impacto como caminar o nadar, son beneficiosas para obtener un flujo sanguíneo adecuado.
Dedicar al menos 30 minutos al día a una rutina de entrenamiento físico servirá para prevenir las varices y la formación de trombos.
Dejar de fumar
Los efectos nocivos del cigarrillo tienen un gran impacto en el sistema respiratorio, pero esto también implica otras consecuencias graves en los órganos vitales.
Sus productos químicos tóxicos se acumulan en el torrente sanguíneo, reduciendo el oxígeno. Con el tiempo, se forman coágulos que bloquean las arterias para dar lugar a trombosis.
Mantener un peso adecuado
Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir trombosis debido a la presión que deben soportar las venas de las piernas.
Esta condición aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y disminuye significativamente la calidad de vida. Además, la obesidad desequilibra los niveles de colesterol y triglicéridos, dos lípidos que pueden causar la obstrucción arterial.
La mejor manera de llegar a un peso saludable y equilibrado es adoptando una dieta equilibrada, baja en calorías, basada en la práctica diaria de una rutina de ejercicios.
Permanecer sentado demasiado tiempo
El hecho de permanecer sentado por mucho tiempo es un factor que aumenta el riesgo en los problemas de circulación.
La falta de movimiento en las piernas durante largas horas conduce a sufrir retención de líquidos.
Si vas a pasar mucho tiempo sentado, caminar unos minutos por tu casa u oficina, elevar las piernas por un tiempo o subir y bajar escaleras son algunas de las formas para dar un impulso al sistema circulatorio.
Adoptar la buena nutrición
Los nutrientes que el cuerpo necesita son esenciales para prevenir las varices y la formación de trombos. El consumo de alimentos ricos en vitamina C, por ejemplo, aumenta la producción de colágeno y elastina, dos sustancias que ayudan a mantener la elasticidad de las paredes arteriales.
También debemos incluir más vitamina E en la dieta, sustancia antioxidante que previene la oxidación del colesterol y previene la coagulación.