La canela es considerada un “alimento milagroso” y la ciencia ha demostrado que sus componentes aportan cuantiosos beneficios para la salud.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo si tomamos una cucharada de canela en polvo por las mañanas?
-Tu cuerpo responde a la insulina de manera más eficaz y se regulan los niveles de azúcar en la sangre.
-Se favorece la buena digestión de los alimentos y se alivian las molestias intestinales.
-Reduce y combate la proliferación de células cancerígenas en nuestro organismo.
-Se produce un efecto anticoagulante y mejora la circulación sanguínea.
-Recibimos un efecto calmante, en especial para dolores de artritis.
-Se evita la proliferación de bacterias en los alimentos.
-Aumenta la función cognitiva y la memoria, siendo muy recomendada para personas con enfermedades neurodegenerativas, como el mal de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
-Se previenen enfermedades cardiacas y mejora la función del colón.
-Expulsa el frío del cuerpo y previene enfermedades causadas por virus y bacterias.
-Obtenemos más energía y se evita el agotamiento, revitalizando nuestro organismo.
-Se disminuyen los daños en los tejidos causados por el paso del tiempo, rejuveneciendo el organismo.
-Se reduce el crecimiento de células cancerígenas y la formación de vasos sanguíneos en tumores.
Además de ser muy gustosa, los beneficios de la canela hacen de esta especia un remedio alternativo de mucho valor. Incluso, preparado en una infusión puede ser un excelente remedio natural para el mareo y las náuseas.
¿Cómo debo tomar la canela correctamente?
Todas las mañanas agrega una cucharadita de canela en polvo al café, a un jugo de limón, al zumo de cualquier fruta, a una taza de leche o una taza de té de tu preferencia. También puedes agregar una cucharadita de canela en polvo a una cucharada de miel. En fin, lo importante es que agregues esa cucharadita de canela en polvo a tu dieta diaria y lograrás mejorar tu salud en proporciones inimaginables.
No se recomienda a mujeres embarazadas, ni durante la lactancia. Tampoco en niños menores de 6 años.
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