Diez señales de que no es tu cuerpo sino tu alma la que está cansada

Aunque no lo notemos, el alma duele, se quiebra de la misma forma que un hueso roto y por ello también necesita su tiempo para recuperarse. Tu alma es conscientes de tu ser, de quien eres, de lo que experimentas, de las emociones que más te afectan y te hacen sentir tanto.







Por todo ello el alma es tan importante como el cuerpo que la contiene. Por lo que si buscas curar cualquier parte de tu cuerpo, también debes hacerlo con tu alma.
No ignores las señales que dicen que tu alma no está bien, dejarlo podría ocasionarte problemas de ansiedad y depresión, difíciles de salir.
¿Cómo saber si tu alma está cansada?. 

Las siguientes 10 señales que te ayudarán a saber si tu alma está agotada:






1. Durante tu día solo quieres descansar, acostarte un rato pero terminan siendo horas.  Sueles dormir casi siempre la siesta y te cuesta despertarte, cada mañana es una batalla contigo mismo para levantarte. Por la noche estás inquieto y al dormir tienes sueños muy intensos y pesadillas que parecen reales.

2. A menudo tienes sensación de dolor en todo el cuerpo: Tensión en los músculos, mareos, dolores de estómago, visión borrosa e incluso dolores de cabeza sin ninguna causa aparente.
3. Cuando te preguntan que te ocurre, entras en un vacío donde no encuentras palabras para responder porque ni siquiera sabes qué sientes ni cómo te sientes. Sabes que algo ocurre dentro de ti pero no sabes describirlo ni mejorarlo.
4. Constantemente te sientes desorientada, y eso es porque tu cuerpo y mente no están sincronizados.
5. Todas tus emociones se intensifican. Todo lo que ocurre a tu alrededor te hace darle vueltas a la cabeza, no dejas de pensar, y suele ser en negativo.





6. Tienes pequeños ataques de pánico o de ansiedad crónica.
7. La soledad te invade, incluso si estás entre un mar de personas. Te sientes profundamente sola, cuestionas a todas esas personas que te rodean y dejas de confiar en ellas.

8. Tus pensamientos suelen ser oscuros, son amargos, celosos, enojados y resentidos respecto a todo lo que acontece a tu alrededor; pasas de ser una persona muy empática y cariñosa a alguien con rencor en su corazón.
9. Tu cuerpo está débil y cualquier movimiento te agota. La energía que pierde tu alma también se lleva la de tu organismo físico. Hacer cosas como ir al gimnasio o hacer ejercicio ya no te hacen feliz, pasan de ser actividades entretenidas a ser un trabajo demasiado duro para ti.

10. Cuando piensas en el futuro te asustas y la incertidumbre te vuelve insegura.  A veces te sientes tan agotada que solo quieres hacer las maletas y empezar de nuevo en un lugar muy, muy lejano, porque piensas que lo que tienes ahora no te hace feliz.
Si experimentas estas señales, ésta es tu oportunidad para poner en prioridad tu alma. Debes descansar tanto como necesites, apagar tu teléfono y desconectarte de tu alrededor para hacer cosas que te hagan feliz.
Descansa: tómate ese baño caliente y largo que te encanta, medita un poco, escucha tu música favorita y pasa tiempo con las personas que más quieres.

Evita todo lo que puedas los pensamientos negativos, cuando sientes que te invaden, levántate y entabla una conversación divertida con alguien más. Ya no te critiques a ti misma ni te juzgues.
Escucha a tu cuerpo, si te enfocas en pensamientos positivos tu alma y tú estaréis bien.

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