Las semillas de esta planta así como sus hojas y raíces se utilizan con fines medicinales para tratar problemas estomacales, flatulencias e infecciones intestinales y respiratorias.
Las propiedades que contienen las semillas de alcaravea ayudan en la estimulación de la secreción gástrica regulando las funciones del estómago, desinflando los intestinos, estimulan el apetito, son un gran diurético así como ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Las semillas de alcaravea que se utilizaban en la antigüedad para eliminar el mal aliento, son un buen remedio natural para combatir los gases y la hinchazón.
La flatulencia es un problema incómodo que si bien puede ser ocasional también puede ser crónico. La flatulencia no es una enfermedad sino un síntoma de algún otro tipo de enfermedad o dolencia.
Dentro del intestino hay bacterias que producen gas compuesto de hidrógeno, dióxido de carbono y metano, y el tipo de gas que se produce así como las cantidades dependen de las bacterias que colonizan el intestino como de los alimentos que consumimos.
El exceso de gas se relaciona con la alimentación, con la intolerancia a ciertos alimentos, por tragar demasiado aire, por variaciones en las bacterias del intestino o por enfermedades estomacales.
Este problema de gases así como la hinchazón que producen puede tratarse fácilmente con remedios naturales así como se debe prestar atención a la alimentación.
Las semillas de alcaravea son un sencillo remedio eficaz para tratar los gases así como la indigestión y los cólicos.
Remedio con semillas de alcaravea:
Para tratar la hinchazón eventual tan solo masticando unas cuantas semillas de alcaravea le proporcionarán alivio.
Si sufre de hinchazón regular debido al gas, coma unas semillas de alcaravea todas las mañanas y trate de añadir estas semillas como condimento a sus comidas, especialmente ciertos alimentos le producen gases.
Otra opción que puede utilizar es tomar té de semillas de alcaravea con regularidad.