Las enfermedades cardiovasculares afectan a muchas personas alrededor del mundo, principalmente – aunque no exclusivamente – a las de edad avanzada.
Sin embargo, esto no significa que debas esperar mucho tiempo para preocuparte por este tipo de afecciones, sino que puedes prevenirlas desde hoy, si te comprometes a llevar una vida sana y practicas los siguientes tres consejos:
El ritmo de vida actual muchas veces nos lleva a adquirir malos hábitos alimenticios. Así, resulta mucho más fácil comer en locales de comida rápida, o preparar comida con ingredientes procesados, que darnos el tiempo de preparar una comida sana y equilibrada. Además, la abundancia de los alimentos ricos en grasas y azúcares es también un factor que facilita su consumo en exceso. Todo esto afecta de forma negativa a nuestro sistema cardiovascular, el cual se ve forzado a trabajar con mayor fuerza para mantener la circulación sanguínea; y por lo tanto, sufre desgaste.
Para evitarlo, debemos consumir una dieta balanceada, que incluya el consumo de frutas y verduras, alimentos con poca grasa y azúcares, pero ricos en vitaminas, minerales y carbohidratos; y debemos reducir significativamente el consumo de sal, pues esta interviene en el incremento de la presión sanguínea, aumentando también el desgaste cardiaco.
Realiza actividades físicas de forma regular
Un estilo de vida inactivo es también un factor de riesgo para el surgimiento de afecciones coronarias, no solo porque genera sobrepeso, sino porque nuestro corazón, como todo músculo, necesita ejercitarse. De lo contrario, es de esperarse que falle. Incrementar la actividad física, ya sea a través de actividades como caminar o correr, o incluso en el hogar y en el trabajo, es un factor que favorece el buen funcionamiento cardiaco.
Pero el ejercicio también ayuda a combatir una afección bastante común en la actualidad: el estrés. Muchos estudios demuestran que el estrés generado por nuestras obligaciones diarias contribuye al mal funcionamiento del corazón. Por eso, es recomendable que, además de la actividad física – que nos ayuda a relajarnos – practiques otras actividades como el yoga o la meditación, y que no dejes que el trabajo te aleje de tus amigos y tu familia, fuentes invalorables de paz mental.
No consumas alcohol o tabaco en exceso
Se ha demostrado que el consumo de alcohol y tabaco aumenta significativamente el riesgo de contraer enfermedades coronarias. En cuanto al primero, si bien es sabido que en cantidades pequeñas ayudaría a evitar los problemas cardiacos, consumido en exceso puede favorecer el aumento de la presión arterial y también la aparición de la obesidad.
Por otro lado, el tabaco no es solamente dañino para tus pulmones (y los de las personas que te rodean), sino que también perjudica el funcionamiento de tu sistema circulatorio, puesto que el monóxido de carbono inhalado reduce la cantidad de oxígeno transportada por la sangre, por lo que el corazón debe bombear más glóbulos rojos; esfuerzo que, con el tiempo, lo desgasta. Aunque no lo creas, muchos estudios sugieren que el tabaco causa más muertes por problemas cardiovasculares que por problemas respiratorios.
Un corazón sano es nuestra responsabilidad
Siguiendo estos consejos, es seguro que tu corazón y tu sistema circulatorio funcionarán de una forma óptima ahora y por el resto de tu vida. Como ves, seguirlos no es tan difícil, pero requieren de un compromiso y una voluntad fuertes.
Ignorarlos, e ignorar también las señales de alarma que pueden indicar problemas ya existentes, puede traer consigo consecuencias terribles. Por eso, es importante que lleves un estilo de vida saludable y que consultes a tu médico con regularidad.