Japón posee una de las tasas de esperanza de vida más altas del mundo así como el índice de sobrepeso y obesidad es uno de los más bajos entre los países desarrollados, y si bien la genética juega un papel muy importante en la esperanza de vida y la delgadez de la población japonesa, otros factores como la dieta y el estilo de vida podrían también contribuir a ello.
Son muchas las mujeres asiáticas que parecen envejecer particularmente bien sin mostrar muchos signos de envejecimiento y luciendo un aspecto saludable que llega a plantearse cuál puede ser el secreto.
La autora japonesa Naomi Moriyama, en su libro “Las mujeres japonesas no envejecen ni engordan´´, analiza los principios de la alimentación japonesa, que podría ser uno de los factores determinantes.
A continuación le explicamos el tipo de alimentación japonesa, que por lo general consiste en una dieta saludable.
Los principales hábitos alimenticios que cabe destacar de la alimentación japonesa son los siguientes:
-El consumo de proteínas procede de fuentes de origen vegetal como la soja y las de origen animal proceden del pescado, más saludable que la carne ya que no contienen grasas saturadas.
-Consumen mucho pescado que contiene grasas saludables y ricas en omega-3.
El omega-3 ayuda a mejorar el aspecto de la piel mediante la ayuda a la producción natural de aceite. Es un poderoso antioxidante que ayuda a combatir la aparición de arrugas así como ayuda en la prevención de muchas enfermedades como el cáncer o el Alzheimer.
-Consumen muchas algas marinas y soja que contienen proteínas, minerales y fibra que ayudan en la prevención de enfermedades cardiovasculares y a regular el tránsito intestinal.
-Consumen muchas frutas y verduras.
Las frutas y las verduras contienen vitaminas y minerales beneficiosos para la salud.
-Son grandes consumidores de arroz.
El arroz contiene una sustancia conocida como fitoceramidas que ayuda a la piel a formar una capa protectora externa más fuerte que retiene más la humedad.
-Son grandes bebedores de té verde.
El té verde contiene cafeína que ayuda a combatir el deterioro cognitivo relacionado con la edad así como contiene antioxidantes que ayudan contra el daño de los radicales libres.
Hay que añadir que además de estas bases alimenticias, los japoneses no consumen demasiado azúcar ni suelen consumir demasiados dulces ni comidas preparadas, una de las mayores causas del envejecimiento, el aumento de peso así como otros problemas de salud.
Igualmente la población japonesa suele beber mucha agua y sus comidas no son abundantes sino que toman pequeñas porciones de comida.
A parte de la alimentación, la población japonesa es bastante activa en cuanto a la práctica de ejercicio sobre todo al aire libre, así como los japoneses estadísticamente se realizan numerosos chequeos médicos, lo que ayuda a detectar de forma temprana cualquier problema de salud.
Por tanto, podemos decir que la longevidad y la apariencia de juventud de la población japonesa, podría deberse no solo a la genética, que juega un papel importantísimo, sino que el secreto también puede estar en el seguimiento de una dieta y un estilo de vida saludable.