Si bien muchos consideran al sarcasmo como una actitud negativa y poco amigable, una investigación reciente determinó que las personas sarcásticas son más creativas e incluso más inteligentes. Los encargados de realizarla fueron investigadores de las universidades americanas de Columbia y Harvard. A continuación, te explicaremos de que se trata.
Uno de los principales hallazgos de la investigación indicó que quienes están acostumbrados a lidiar o actuar de forma sarcástica razonan más y con mayor rapidez. ¿El motivo? Además de pensar una respuesta coherente, el cerebro debe transformarla y condimentarla con un elemento divertido, enigmático y sobre todo, creativo.
Justamente esa capacidad de diferenciar el significado real y literal de la expresión, que es facilitada por la abstracción,requiere un proceso cognitivo más complejo. Es por esta razón que, a la hora de decodificar un mensaje con esta característica, los interlocutores suelen tener dificultades para comprender la verdadera intensión detrás del mismo.
El escritor irlandés Oscar Wild se refirió al sarcasmo como “la forma más elevada de la inteligencia”
Por otra parte, los investigadores de Harvard y Columbia también descubrieron que las personas habituadas a dar y recibir cometarios sarcásticos eran capaces de completar las pruebas de creatividad hasta 3 veces mejor que los que no estaban acostumbrados. Asimismo, 75% de las personas expuestas a contenido sarcástico resolvieron con éxito ejercicios creativos complejos, en comparación al 25% de las personas expuestas a contenido sincero. Por este motivo, el sarcasmo parece tener el poder de abrir nuestras mentes a una y generar ideas fuera de la “zona de confort”.
75% de las personas expuestas a contenido sarcástico resolvieron con éxito ejercicios creativos complejos, en comparación al 25% de las personas expuestas a contenido sincero
A pesar de estos "puntos a favor" de la actitud sarcástica, debés tener en cuenta que el sarcasmo es un estilo de comunicación que se puede malinterpretar con facilidad. Por lo tanto, asegúrate de que tu interlocutor esté al tanto de ello y, por supuesto, que sea alguien que conozca tu personalidad. Si se trata de una conversación con tu jefe o un compañero de trabajo nuevo, lo mejor será que lo evites y te limites a mantener un diálogo sincero.
- Fuente: Universia Argentina