La limpieza de la casa dice mucho de las personas que viven dentro de ella, esta suele a veces resultar tediosa pero es esencial para la buena salud de los que viven dentro de ella, así mismo nos evitamos la proliferación de animales no deseados.
Tener una casa limpia es sinónimo de una buena higiene y habla muy bien de las personas que viven en ella, aparte que nada hace sentir más orgullosa a una mujer que el hecho de que cuando entren a su casa se sientan cómodos, a gusto y en un ambiente rodeado de paz y buenos olores.
En especial debemos mantener limpia la cocina pues es el centro de elaboración de nuestros alimentos, pero en ocasiones esta limpieza se nos hace muy cuesta arriba en especial si es para limpiar las manijas, sobre todo si no resultan fáciles de remover.
Con unos pocos materiales obtendrás unos resultados sorprendentes
Materiales:
Hisopos de algodón o palitos para limpieza de oídos. Sino utiliza un palito de madera con un poco de algodón envuelto en una de sus puntas.
Cepillo de diente ya utilizado, no importa el tamaño del mismo.
Amoniaco o anís (bebida alcohólica).
Modo de empleo: humedece el hisopo en el amoniaco o en el anís, procede a frotar las
superficie a limpiar muy bien, no dejes de lado las uniones y menos las manijas.
Si observas que te resulta muy difícil emplea el cepillo de diente remojado en el amoniaco o en el anís. Estos dos componentes los puedes emplear muy fácil pues te ayudan a remover la grasa y el sucio sin problema alguno.
Para elaborar esta limpieza con el amoniaco, debes tener presente que lo mejor y más recomendable es el empleo de guantes en tus manos, pues este resulta altamente abrasivo.
Como ves existen aliados que aún desconocemos y que posiblemente lo tengamos en casa y que aparte nos facilitan enormemente las labores del hogar y no teníamos ni idea de eso, por lo tanto no dejes pasar este consejo y simplifícate la vida.
