El aliado más importante con el que contamos para enfrentarnos a nuestros problemas de salud esta en nuestro interior. Y nuestro interior se manifiesta de diferentes maneras, una de ellas es a través de los síntomas.
La homeopatía utiliza sustancias naturales
La Homeopatía, además de tratar la enfermedad aguda, también trata el auténtico desequilibrio interno del paciente para ayudar al organismo a restablecer su equilibrio y recuperar la salud.
Utiliza sustancias de la naturaleza que en diluciones mínimas o infinitesimales son los medicamentos. Los medicamentos homeopáticos no tienen efectos secundarios.
Un tratamiento homeopático único e individualizado
Los síntomas de la enfermedad y las características del enfermo en particular, son aquello que permite al médico homeópata “identificar” a cada paciente como un ser único y distinto a los demás.
Lo hace a través de una entrevista exhaustiva con el paciente, para conocer todas sus características individuales que lo hacen diferente de todas las otras personas que, incluso con la misma enfermedad, la sufrirán y la manifestarán de una forma diferente y peculiar. De esta manera, único y distinto, será también el tratamiento homeopático.
Indicaciones terapéuticas de la homeopatía
Los procesos más frecuentes de consulta al médico homeópata, y también con mayor grado de curación, son:
Sistema Nervioso: Migraña, vértigo, ansiedad, síndrome depresivo, insomnio, …
Sistema ORL y Respiratorio: Asma, bronquitis aguda o crónica, constipados, otitis o faringo-amigdalitis de repetición, sinusitis, pólipos nasales, afonía, …
Sistema Gastrointestinal: Síndrome del colon irritable, gastritis, úlcera gastroduodenal, patologías hepáticas (cirrosis, hepatitis, …), enfermedades inflamatorias intestinales, llagas bucales, gastroenteritis, vómitos, cólico hepático, …
Aparato Urinario: Infecciones urinarias (cistitis) y cólicos nefríticos de repetición, alteraciones prostáticas…
Aparato Ginecológico: Mejora de los síntomas asociados a la menopausia, dismenorrea (regla dolorosa), menorragias (reglas abundantes), infecciones vaginales de repetición, …
Piel: Dermatosis atópicas o alérgicas, psoriasis, acné, verrugas, micosis de repetición, herpes simple y zoster, quemadas, urticaria, picadas, …
Aparato locomotor y sistema reumatológico: Artrosis, artritis reumatoide, gota, fibromialgia y fatiga crónica, síndrome de Raynaud, síndrome de Sjögren, espondilitis, …
Alergias Rinitis, conjuntivitis, asma extrínseco, urticaria, …
Aparato circulatorio: Hipertensión arterial, varices, hemorroides, …
Embarazo: Vómitos del embarazo, parto y post-parto (facilitar el trabajo del parto, prevenir posibles complicaciones, problemas con la lactancia, restablecer un buen estado general, …)
Pediatría: (niños) Bronquitis y bronquiolitis, otitis, amigdalitis, asma, dermatitis atópica, eczemas, trastornos de atención, del comportamiento y de adaptación escolar, problemas de la dentición, …
