La lucha de Kalel por mantener su salud por desgracia no terminó ahí y después de superar el cáncer desarrollo un fuerte autismo a los tres años de edad que le incapacitaba hablar así como caminar con normalidad ya que lo hacía de puntillas.
Los padres de Kalel empezaron a buscar información sobre el autismo así como se apoyaron en distintas terapias para ayudar a su hijo a combatir los síntomas y ayudarle a manejar su enfermedad, sin embargo Kalel continuaba sin hablar.
A través de una de las escuelas a las que acudían, los padres de Kalel conocieron el tratamiento con aceite de cannabis que contiene cannabidiol (CBD), compuesto que se ha encontrado alivia los síntomas del autismo y la epilepsia.
Los padres de Kalel, al conocer este tratamiento, decidieron probarlo y comenzaron a dar a su hijo dos veces al día el extracto de cáñamo, que funcionó de inmediato para su asombro.
A los dos días del comienzo del tratamiento Kalel comenzó a pronunciar vocales y con el seguimiento del tratamiento administrado dos veces al día, pronto comenzó a decir consonantes y a formar pequeñas palabras.
Los padres aseguran que el cannabis ha cambiado la vida de su hijo y ha logrado salir de su aislamiento.
Este caso pone de manifiesto los estudios y resultados sobre el uso del cannabis con fines medicinales para tratar distintas enfermedades y trastornos.
La utilización del cannabis medicinal, y especialmente su utilización en los niños, es siempre motivo de debate y polémica, sin embargo el caso de Kalel como el de otros niños y otros adultos que han mejorado su salud gracias al extracto de cáñamo, arroja una luz sobre los beneficios y propiedades curativas de esta planta que no se pueden omitir y no se deberían pasar por alto para futuras investigaciones y aplicaciones para la lucha contra ciertas enfermedades.