el de la digestión, de esta función se desprenden los nutrientes necesarios para que el cuerpo se encuentre en perfectas condiciones. Sin embargo, este es uno de los sistemas del cuerpo que más peligros corre.
Cerca del 50% de la población mundial tiene alojada en su estómago una bacteria conocida como Helicobacter Pylori, pero no saben que la tienen, porque esta se caracteriza por ser silenciosa y por no presentar síntomas muy llamativos. La manera más común de detectar su presencia es mediante una endoscopia o una prueba de aliento.
En la antigüedad se pensaba que el estómago no era un lugar donde las bacterias pudiesen vivir ya que los ácidos que se encuentran contenidos allí son potentes para eliminar virus y bacterias. Sin embargo, un estudio australiano arrojó como resultado que esta bacteria puede vivir por mucho tiempo en el estómago, además es la causante de úlceras y gastritis.
Esta bacteria se trata con antibióticos, pero una vez que pasa un tiempo prolongado se comienza a hacer inmune a los medicamentos. El Helicobacter Pylori es capaz de adaptarse y destruye poco a poco la mucosa estomacal, lo que hace es crear un ambiente en el cual puede sobrevivir y a partir de este se puede propagar.
Esta bacteria se contrae en la niñez o adolescencia, producto de mala alimentación y de la falta de higiene en la preparación de los alimentos.
Síntomas del Helicobacter Pylori
⦁ Náuseas
⦁ Acidez
⦁ Inflamación abdominal
⦁ Eructos constantes
⦁ Dolores estomacales
⦁ Sensibilidad a los alimentos
⦁ Acidez
⦁ Inflamación abdominal
⦁ Eructos constantes
⦁ Dolores estomacales
⦁ Sensibilidad a los alimentos
Este remedio es muy fácil de preparar y es muy efectivo a la hora de eliminar esta bacteria.
Ingredientes:
⦁ 8 onzas de agua hervida
⦁ 1 brócoli mediano
⦁ 1 pizca de sal marina
⦁ 1 brócoli mediano
⦁ 1 pizca de sal marina
Preparación:
Lavar muy bien el brócoli para eliminar cualquier impureza. Luego debe licuarse junto al agua y la sal, mezclar por unos segundos hasta que todo se integre.
Modo de uso:
Tomar dos veces al día, en la mañana y en la noche. Hacer esto durante 30 días consecutivos. Al cabo de ese tiempo la bacteria estará eliminada.
Una última recomendación es que debes tomar té de jengibre y a la hora de las comidas debes hacerlo con mayor lentitud, así aprovecharás mejor las enzimas de la saliva
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